Orgullo FAD | La artista y docente de la carrera de Pintura Karla Villavicencio presenta “Arquitecturas Psíquicas"

La artista y docente FAD Karla Villavicencio presenta “Arquitecturas Psíquicas", una exposición curada por Max Hernández-Calvo que invita a explorar la conexión simbólica entre el cuerpo, la arquitectura y la memoria. A través de una videoinstalación y diversos medios artísticos, Villavicencio propone un viaje introspectivo y ficcional donde los espacios urbanos se entrelazan con la historia emocional de un personaje femenino que recorre Lima como si atravesara su propia psique.

“La percepción que tenemos de la ciudad se construye en función a cómo el cuerpo la transite”, señala la artista. Desde esta premisa, la obra central representa un recorrido simbólico por tres territorios clave: el Centro Histórico de Lima, Villa El Salvador y el mar. Cada uno de estos espacios funciona como un nodo emocional, como un vestigio de historia personal y colectiva.

“El personaje femenino de la videoinstalación que representa a la ciudad recorre los caminos de una memoria ficcional [...] Estos sucesos marcan hitos que conforman una cartografía interior”, explica Villavicencio. 

El Centro Histórico aparece como un punto de confluencia entre el pasado histórico y sus reminiscencias a diferentes momentos arquitectónicos. Villa El Salvador, por su parte, representa la periferia como lugar de resistencia, expansión y posibilidad. Finalmente, el mar cruza los lugares antes mencionados y actúa como desenlace de este recorrido, como símbolo de lo expansivo, orgánico y fluido tanto del cuerpo como de la ciudad. Villavicencio añade, “Toda creación parte de ciertas reseñas autobiográficas que son las que permiten ahondar en ciertas grietas de la realidad. Cuando recorremos la ciudad desde una cartografía real, inevitablemente se superpone nuestra realidad emocional”.

En la muestra, el personaje atraviesa la ciudad con una piel-cartografía, marcada por símbolos, huellas y tensiones. El trabajo visual recurre tanto a planos abiertos de paisajes urbanos y naturales, como a registros cercanos del cuerpo en tránsito. “Ese traje-piel remite a la mutación constante del espacio psíquico”, señala Karla. “Hay elementos puramente orgánicos como vestigios: por ejemplo, la mata de cabello irrumpe en la composición simulando trazos que terminan siendo tensiones abstractas. Tensiones y suspensiones que finalmente vivimos de alguna forma entre la ciudad y el cuerpo”.

Arquitecturas Psíquicas no propone una mirada objetiva sobre la ciudad, sino una experiencia inmersiva y sensorial que invita a reconocer la forma en que habitamos los espacios y cómo estos se graban en nuestra memoria a través del cuerpo. Es una exploración simbólica y profundamente personal sobre lo urbano, lo íntimo y lo emocional.

*Fotografías tomadas por Andrea Rojas

Compartir vía